Saber que es el mismísimo Pepe quien muchas veces hace el pan a las 4 de la mañana en el Viejo Café, que muchas de las recetas del restaurante son de la mamá de Audry, y que al pasar por esa puerta te sientes como uno más de la familia del Viejo Café.
La panadería es una mezcla entre una escuela europea y una tradicional. Podemos encontrar desde champurradas hasta croissants de jamón y queso.
Aunque está abierto para los 3 tiempos de comida, al Viejo Café se va muchas veces a desayunar. Pidan La Cacerola o el Viejo Panzón, no se van a arrepentir.
El Viejo Café nos encanta porque encarna lo que entendemos por un negocio tradicional antigüeño.